IDEOLOCHÍA - IDEOLOGÍA - IDEOLOGIA
¿POR QUÉ ESTADO ARAGONÉS?
por Paco Calero (Sindicalista)
RAZONES PARA LA INDEPENDENCIA DE ARAGÓN
por Ánchel C. Górriz
POLÍTICA SINDICAL Y SOCIAL
por Paco Calero (Sindicalista)
¿POSIBILIDAD DE UN ARAGONÉS
ESTÁNDAR? por Andrés Castro
POR UN ARAGÓN INDEPENDIENTE
por Andrés Castro
ARAGÓN TRILINGÜE Y LUENGA NAZIONAL
por Ánchel C. Górriz
DERECHOS LINGUISTICOS por Rafel Fleta
¿POR QUÉ ESTADO ARAGONÉS?
por Paco Calero
A los aragoneses/as
y a todos aquellos que por razones diversas amen a Aragón y, por tanto,
quieran adquirir el compromiso de defender esta tierra, mejor de lo que lo
hacen las diferentes fuerzas políticas que gobiernan Aragón
en la actualidad:
Creemos que Aragón se merece
más de lo que tiene, en materia de libertades, protección y
expansión de las lenguas propias, mejoras sociales, servicios, reconocimiento
y recuperación de nuestros derechos históricos… Queremos,
en definitiva, ser nosotros mismos los que decidamos sobre nuestra tierra
y sus gentes; los que viven en Aragón y los que por razones mayores
un día tuvimos que abandonarlo. Queremos que ningún gobierno
que no sea aragonés decida nuestro presente y futuro como pueblo soberano.
Creemos que ha llegado la hora de crear un partido que aglutine a todos los
aragonesistas, que quieran caminar por el sendero que nos llevará un
día, si esa es la voluntad mayoritaria de los aragoneses, a la soberanía
plena; como otros pueblos que han conseguido su libertad, o se encuentran
en proceso. A otros pueblo el camino a la libertad no les ha sido fácil,
a estado lleno de dificultades y lucha y en algunos procesos se ha cobrado
vidas. Pero la libertad de los pueblos y de sus gentes es uno de los bienes
más preciados con los que cuenta el ser humano y por el que merece
la pena darlo todo. En nuestro caso seria volver a ganarnos la libertad que
tuvimos y que nos quitaron. Tarea nada fácil pero no imposible, somos
un pueblo tenaz que ha luchado y defendido de las múltiples invasiones
a lo largo de su historia. Por ello tenemos que volver a recuperar nuestro
papel en la historia. Lo mismo que otras naciones lo están haciendo,
y en la actualidad tienen mayor grado de autogobierno que nosotros. Los aragoneses
tenemos que echar a andar con paso firme hacia la construcción de un
estado aragonés. Se lo debemos a nuestra historia y a todos los que
la construyeron, como mínimo merecemos lo mismo que los que más
tienen como máximo la libertad plena.
-Inicio-
RAZONES PARA LA INDEPENDENCIA DE ARAGÓN
por Ánchel C. Górriz
1º. La política
2º. La económica
3º. La social
4º. La histórica
5º. La cultural.
1.- La Política.- La Constitución actual del Estado español,
previó un proceso de descentralización caracterizado por falta
concreción sobre la manera en que debía hacerse y, en definitiva,
sobre el grado que debía alcanzar: preparó un proceso de descentralización
ambigüo. Las fuerzas políticas que influyeron en aquel
momento (partidos centralistas y nacionalistas vascos y catalanes, principalmente),
establecieron el reparto fundamental en el juego político: diseñaron
un procedimiento de acceso a la autonomía a medida; rápido y con
alto nivel de competencias para los territorios más y mejor organizados
y lento y limitado para los demás, entre ellos Aragón.
A 26 años vista del inicio del llamado "proceso autonómico", dictado
en cada momento por las circunstancias y el juego de las mayorías políticas,
–según la libre e interesada interpretación de los políticos
centralistas y nacionalistas– el balance es negativo para Aragón;
abocado, por su escasas posibilidades de influir en la política española,
a ser relegado al grupo de los que más retrasados están en
tal proceso.
En esa estructura desigual unos tienen más ventajas que otros, pero en
Aragón además representa un agravio... En esta estructura no se
permite un reconocimiento expreso a los derechos históricos de soberanía
administrativa, jurídica, económica y fiscal que le corresponden;
no se da respuesta a la singularidad de su territorio, de su cultura y de su
gente; no permite establecer el concepto de aragonés como sujeto vinculado
a una comunidad política y humana que permita políticas comunes
y de desarrollo de esa comunidad dentro y fuera de su territorio y no nos deja
las manos libres para disponer de nuestros recursos en favor y en beneficio
de Nuestra Tierra.
Por tanto, no es un sistema que esté adaptado a nuestra manera de ser;
que dé respuesta a nuestras aspiraciones y que sea capaz de substituir,
por mucho que se pretenda, lo que fueron las constituciones y las instituciones
históricas de nuestro Pueblo. Más aún, tanta racanería y mezquindad las hace más
deseables. No hay indicios de que la situación vaya a cambiar con el
proceso iniciado tras el segundo acceso del PSOE al poder del Estado español.
El viejo texto constitucional español no da más de sí.
Es un proceso agotado. Al margen de su relativa eficacia como proceso descentralizador
administrativo no puede dar paso al reconocimiento de entidades nacionales,
derechos colectivos o procesos de autodeterminación, entre los que se incluiría
Aragón. El nacionalismo español de derechas enrocado y extremadamente
agresivo y el filo-centralismo del PSOE suponen además una rémora
adicional.
2.- La Económica.- La política económica fundamentada en
la extracción de materias primas, suministradora de recursos y mano de
obra que, desde la industralización de ciertas áreas del Estado
español, fue aplicada a Aragón en un régimen semicolonial,
se ha tornado en el poco peso económico que sufre actualmente. Aquella
política no dejó tejido industrial, ni humano, ni de capitales,
ni de comunicaciones y lo que es peor no dejó mentalidad empresarial
capaz de impulsar una economía autóctona que pueda mantener por
sí misma un crecimiento continuado que atraiga capitales, mantenga un
nivel aceptable de empleo y genere plusvalías.
De nuevo la carencia de un poder decisorio en materia económica en Aragón
hace que para Nuestra Tierra no existan políticas económicas especiales
adaptadas a la realidad de su marasmo secular. Más bien, todo lo contrario,
las políticas aplicadas basadas en indicadores económicos como
renta per cápita u otros estandares, o la transparencia de la economía
aragonesa, etc. hacen que se aplique una fiscalidad alta y un régimen
de ayudas más desfavorables que el de otras comunidades más ricas,
desde en punto de vista cuantitativo, como Andalucía, Comunidad Valenciana
o Cataluña.
Este es para Aragón un agravio de primera magnitud. Desde el poder económico
central se condena a Esta Tierra, en esa estructura de la economía global
que se va implantando, a desempeñar, en términos económicos,
una función auxiliar consistente en: suministradora de recursos energéticos,
hídricos, de materias primas o productos en bruto y mano de obra; reserva
para el turismo dominical y estacional de baja renta y vertedero de los residuos
industriales generados en otros sitios.
No es este pues un régimen de igualdad de medios en lo económico para afrontar los nuevos retos.
3.- La Social.- La Sociedad aragonesa está desarticulada. Al gran vacío
humano que existe en la mayoría de las comarcas se añade la escasa
importancia que tiene el factor juventud, es decir, el factor innovación,
el factor trabajo, el factor progreso y el factor fomento de políticas
progresistas... La Capital por sí sola no puede representar en Aragón
el factor dinamizador.
La emigración es la principal causa de tal desarticulación y representa
para los aragoneses nuestra particular y “suave limpieza étnica”.
Porque la sociedad aragonesa ha estado contemporáneamente condicionada
por éste más que por ningún otro fenómeno social
y es algo que nos ha venido impuesto: ¡Se nos ha obligado a abandonar
nuestra tierra!... y eso, en algunos lugares, ¡se ha aplicado al pie de
la letra!. La emigración es muestra gran “cuestión nacional”
causa de nuestro debilitamiento y fraccionamiento como pueblo, que afecta a
todos los aragoneses y que ya forma parte consustancial de nuestro sentimiento
y acervo colectivo.
Aún hoy hay aragoneses –remarcar que son los jóvenes–
que tienen que marcharse de sus pueblos por los mismos motivos, lo cual resulta
más sangrante porque en el modelo socio-económico, que presume
de proporcionar un alto grado de oportunidades y que a su vez recibe inmigración,
se condena a una parte de los “beneficiarios” de ese modelo residentes
en un determinado lugar como Aragón a hacer lo que hicieron sus padres
y abuelos, emigrar.
En el fondo de la cuestión no hay una “fatalidad histórica
del pueblo aragonés”, pues en nuestro territorio, en “Nuestra
Casa”, hemos tenido todas las bases materiales y humanas para constituir
una sociedad moderna y dinámica. Es sangrante que hayamos tenido que
sacrificar esas bases para el progreso de otros. No debemos pensar siquiera
que hay una dejación y desinterés por parte de las instituciones
del Estado y una imposibilidad política o evidente incapacidad por las
autonómicas para solucionar este problema secular. Hemos de pensar más
bien que existe un interés y una connivencia para que la cosa siga así.
¡Hay que desvincularse de este Estado y substituir a los políticos
subsidiarios que ignoran los problemas y las aspiraciones de la sociedad que
pretenden representar!
4.- La Histórica.- Aragón no debe resignarse a ocupar el lugar
donde le puso el uso de la fuerza militar, por muchos años que hayan
pasado, ni por muchos años de convivencia, porque la fuerza no acabó
con la conquista militar de nuestra tierra y la muerte o ejecución de
nuestros soldados. No se puede llamar convivencia a la asimilación y
a la destrucción de todos los hechos que en Aragón han marcado
su diferenciación respecto al resto. Más aún se han destrido
la base de toda resistencia posible y el referente de las tradiciones políticas
medievales y modernas aragonesas basadas en un inquebrantable espíritu
independiente; haciéndolo ver con el desprecio que se mira a lo viejo
y lo reemplazable. La historia se escribe para no olvidarla y en el caso de
Aragón no es un mero referente nostálgico o pretensión
abandonada de constituir un soñado Estado aragonés, sino el medio
posiblemente el único y el último que nos queda para encontrar
nuestra propia vía hacia el futuro.
El derecho a la independencia es irrenunciable no sólo por los agravios
recibidos sino porque es el único medio por el cual podemos poner freno
a la situación actual. Tenemos muchas cosas que hacer en Aragón
por el repunte de nuestra cultura, por la normalización de nuestra economía
y de nuestra sociedad, etc. Sólo corresponde a los aragoneses libremente
preparar su futuro. Esta visto y comprobado que ni los dirigentes del Estado
español ni sus clientes y sucursales políticos en Aragón
están en disposición de hacer concesiones.
5.- La Cultural.- “Quitamos a la gente de su base territorial, diluimos
su cultura obligándolos a emigrar y liberamos espacios para otros usos”.
Esta es la política que se ha aplicado en Aragón. El Pirineo y
los Somontanos de Huesca cuna y último reducto del idioma aragonés
y la cultura autóctona y genuina aragonesa, ha sufrido un genocidio cultural
perpetrado por las políticas, los intereses y el funcionariado españoles,
en lo que es interpretable como un acto de conquista y de saqueo que toda vía
hoy continúa descaradamente. Nada se ha respetado en esta tierra, ni
el medio, ni a la gente, ni su cultura. El medio ha sido anegado, esquilmado
o destruído sin ningún provecho: a la gente se le ha impedido
toda alternativa de progreso material en su tierra obligándola a marchar
en su mayoría y al idioma y a la cultura autóctona se les han
combatido con saña desde las instituciones culturales centralistas, haciendo
perder en las conciencias altoaragonesas el orgullo por ella.
Rotas las bases económicas del territorio, estigmatizado el referente
idiomático y cultural autóctono, desarticulado el tejido humano
y el medio sobre el que se asienta la Nación aragonesa, esta se diluye
y accede a la asimilación y su espíritu de resistencia se doblega.
Así se hace con Aragón u otro país lo que se quiera.
Sin embargo, permanece dentro de nosotros el espíritu independiente de
nuestra Nación, y de nosotros mismos, que hace aflorar entre nosotros
la conciencia de su opresión y de que ellos nos tratan de forma diferente
a como se tratan entre ellos. Ha prendido en nuestra voluntad la llama de la
rebeldía y el deseo ser independientes por nosotros mismos.
-Inicio-
POLÍTICA SINDICAL Y SOCIAL
por Paco Calero (Sindicalista)
INDICE
1.- Introducción
2.1.- Política sindical y general
2.2.- Política social
2.3.- Política económica
3.- Relaciones con las organizaciones representativas de los trabajadores aragoneses
1.- INTRODUCCIÓN
Nos encontramos ante un acontecimiento
socio político histórico en el que nosotros seremos o no
protagonistas de futuros cambios en la sociedad aragonesa. Todo dependerá
del acierto que tengamos a la hora de saber comunicar a los ciudadanos nuestro
modelo político y cubrir con honradez los espacios ideológicos
que otras formaciones han abandonado o simplemente nunca han ocupado. Estado
Aragonés tiene que incidir en todos los frentes en donde podamos ser
útiles al pueblo aragonés pero esto requerirá de un tiempo,
pues somos un partido recién prefundado, que tiene que dar un margen
para su consolidación interna. Tanto en el ámbito ideológico
como de sus diferentes estructuras de dirección, teniendo en cuenta nuestra
realidad interna actual es hora de construir nuestro programa político
y abrir el debate interno a todos los militantes en este sentido. Quiero aportar
mi propuesta en uno de los campos de acción que considero de gran importancia.
Como es la política laboral
y las relaciones con las organizaciones representativas de los trabajadores.
En esta nueva andadura política de EA uno de nuestros objetivos
debe ser el demostrar la posibilidad de acoger en el seno del partido a todos
aquellos compañeros con voluntad de colaboración entorno a los
valores como el reparto del trabajo como bien necesario para la consolidación
del estado del bienestar, acabar con el desempleo. La defensa de la clase trabajadora
y de sus intereses. Que en definitiva también son los intereses de Aragón.
Frente al neoliberalismo y el capitalismo salvaje.
EA debe incidir y trabajar por la
defensa y promoción de los intereses sociopolíticos, económicos,
profesionales, sociales y culturales de los trabajadores aragoneses dentro y
fuera de Aragón. Para ello debe haber tareas políticas a
impulsar.
2.1.- POLÍTICA SINDICAL Y GENERAL
a).- Apoyar y defender políticas generales que afecten al conjunto de
los trabajadores y persigan la transformación de la sociedad.
b).- Mantener relaciones con las organizaciones sindicales tanto aragonesas,
como no, si la situación lo requiere.
c).- Abogar por la defensa de los intereses de los trabajadores a través
de las relaciones fraternales, dentro del espíritu de entendimiento entre
los diferentes pueblos y estados.
2.2.- EN POLITICA SOCIAL, ESPECIALMENTE:
a).- Defensa de los intereses de los trabajadores en materia de política
social y sanitaria.
b).- Defensa de los intereses de los trabajadores en materia de empleo, seguridad
social, políticas de mercado de trabajo y salud laboral. (que el instituto
aragonés de empleo , gestione todos los servicios)
c).- Ejercer una especial defensa de las reivindicaciones laborales en las problemáticas
específicas de los colectivos de mujeres y jóvenes aragoneses.
d).- Defender los derechos de la tercera edad, garantizando la suficiencia económica
y el bienestar de estos ciudadanos, tanto en las ciudades como en las zonas
rurales.
e).- Incidir en la integración laboral y social de los minusválidos
y de las minorías y colectivos marginales.
f).- Apoyar y promover la integración social de los trabajadores extranjeros.
g).- Defender y exigir a los poderes públicos que se creen las condiciones
para hacer realidad el derecho de los trabajadores a disfrutar de una vivienda
digna y adecuada a su poder adquisitivo.
2.3 EN POLITICA ECONOMICA, ESPECIALMENTE:
a) Demandar a los poderes públicos aragonés una política
orientada al pleno empleo y una distribución de la renta en Aragón
que sea equitativa, que garantice el progreso social y económico
de nuestro país.
b) Promover la defensa de los consumidores y usuarios, protegiendo la salud
y los legítimos intereses de los consumidores.
c) Defensa de los intereses de los aragoneses:
- En la política económica Aragón y
fuera del mismo.
- En la política patrimonial.
- En la política financiera y fiscal.
- En la política de precios, de la competencia y del
consumo
d) Defender y apoyar iniciativas que promocionen el cooperativismo aragonés
y las sociedades limitadas.
3. RELACIONES CON LAS ORGANIZACIONES REPRESENTATIVAS DE LOS TRABAJADORES
Las organizaciones de izquierda y
el moviendo sindical como elementos transformadores de la sociedad, siempre
han compartido objetivos y espacios de acción comunes, por lo tanto en
esta línea de trabajo tiene que estar EA.
Pero siempre desde la autonomía y la pluralidad por ambas partes.
EA deberá mantener relaciones
siempre que lo crea necesario con las organizaciones sindicales de clase, dado
el papel que cumplen ante la sociedad, como agentes sociales encargados de la
defensa de las clases trabajadoras.
Aunque no siempre hayan acertado en esta función, y tengamos elementos
de discrepancia ante posibles actuaciones sindicales, y nos tengamos que reservar
el derecho a la crítica, de hay la escrupulosa autonomía de la
cual tenemos que hacer gala.
Otro elemento a tener presente es
no caer en el doble error de apostar por una opción sindical concreta,
dado que por un lado podríamos coartar la libre decisión de militantes
de EA a decidir por el sindicato que mejor cree que puede defender sus intereses
como trabajador. Y por otro lado también podemos cometer el error de
hipotecar nuestra autonomía político-sindical, ante posibles discrepancias
en la gestión del sindicato por el que se apuesta. Lo que crearía
tensiones internas en el seno del partido. Como ya le han pasado a otras formaciones
políticas a lo largo de su historia.
También seria justo decir
que las organizaciones sindicales han pagado su precio con crisis internas,
por haber sido correas de transmisión de un partido, sobre todo cuando
el partido le ha tocado gestionar desde las instituciones. En este sentido si
no en su totalidad si hay que decir, que se han ido superando estas situaciones,
entre la izquierda política y la izquierda sindical a base de una mayor
autonomía entre ambas. Prueba de ello la tenemos, que en la actualidad
tanto en los sindicatos conviven afiliados con compromisos políticos
diferentes, como dentro los partidos también sus militantes comparten
inquietudes sindicales diferentes.
Creo que en esta línea de
pluralidad sindical tendría que moverse EA. La estrategia pasaría
por un marco de relaciones, en función de objetivos y espacios comunes,
con las organizaciones sindicales de clase y desechar una relación tipo
correa de transmisión político-sindical.
-Inicio-
¿POSIBILIDAD DE UN ARAGONÉS
ESTÁNDAR?
por Andrés Castro
La lengua aragonesa
está amenazada de muerte, el proceso sociolingüístico que
lo a llevado a esta posición es claro, la presión de la lengua
dominante la a forzado desde hace décadas a este fin. Se comienza primero
con un bilingüismo, que desproteje la lengua políticamente débil;
se deja de hablar, forzados a adoptar la lengua impuesta, o porque, aunque la
continúen usando, la acción desintegradora y corruptora de la
lengua dominante, altera el sistema y el léxico de la dominada, deteriorándola
hasta casi su desaparición. Después se empuja a la lengua, hacia
su uso en el ámbito del folklore, y se acaba en la instalación
de un patués, que los mismos hablantes odian, y esconden su uso público,
por creer inútil su lenguaje vernáculo.
La lengua aragonesa es un instrumento
cultural en vías de extinción. Es urgente salvar al aragonés
de su agonía, y por ello es necesario una ley de lenguas, que comience
a darle un poco de aire, y esta política debería ser vista por
el gobierno de Madrid, y por sus acólitos de Aragón como una reparación
del daño infligido.
¿Porqué los mismos
que antes la destruían, o contemplaban impávidos el proceso de
destrucción, ahora se irritan porque la queremos salvar?. A ver cuando
llega el día, en que los vigilantes presentes y futuros, de la suerte
del castellano, lo sean con el mismo celo y pasión del catalán,
del euskera, del gallego, del aragonés..., y escriban o firmen manifiestos
populistas, intransigentes, a favor de todas las lenguas ibéricas.
Cuantas veces tendremos que escuchar
estupefactos, la eterna e indocumentada teoría, de que solo el castellano
es un idioma adecuado, para vehicular conceptos científicos. Cuando llegará
el día en que los ciudadanos de Iberia, harán la gran revolución,
consistente en tener un enorme respeto por aquellas lenguas minoritarias que
han llegado vivas hasta nosotros, en un largo peregrinaje por el camino de los
siglos, y emocionarse delante de esos vestigios singulares, que los años
han dejado en pueblos y valles, y que los hagan suyos, los saboreen, y traten
como propios.
Que los partidos centralistas, de
una manera u otra, trabajen para destruir el aragonés, es algo que no
ha de extrañarnos, ahora bien, que las fuerzas políticas autodenominadas
aragonesistas, se hagan coparticipes y colaboren con ellos, es indignante. Desde
que las llamadas fuerzas aragonesistas, han ido acercándose progresivamente
al poder, han dejado de lado las reivindicaciones históricas a favor
del trilingüismo en Aragón. Su acomodación al sillón
les ha llevado a mostrarse reticentes ante cualquier movimiento de aceleración,
para estos ciudadanos cualquier debate planteado por las lenguas es una inoportunidad
y de hay la subsiguiente ambigüedad con la que estos políticos se
manifiestan.
A todos estos que cual Saulo, se
han convertido a la verdad absoluta de la Constitución española,
habría que recordarles el tercer articulo de ella, que hace referencia
a la riqueza de modalidades lingüísticas, y la obligación
que este patrimonio sea objeto de un respeto y protección especial, y
es evidente que las que necesitan un trato delicado, son las lenguas minoritarias
del Estado, en su relación con la lengua hegemónica, que a sido
la que durante siglos a gozado del soporte, y los favores de todas las estructuras
culturales, educativas y sociales. Y la administración central no es
un ejemplo a seguir, pues en aquellas competencias que le corresponde, en los
territorios autonómicos con lengua propia, también hace dejación
del precepto constitucional del “respeto y protección especial”.
Todo lo anterior son agravios ajenos,
pero, ¿y nosotros?. Que no hemos sido capaces de construir una lengua
estándar, que los hablantes de las diversas variedades encuentren razonable,
y no tengan la sensación de sentirse obligados, a aceptar algo que no
se acaban de creer.
Creo en una lengua estándar,
sin purismos, ni medievalismos, que contenga los procesos disgregadores, que
palíe mínimamente la devastadora influencia de la inundación
castellana, corrigiendo las contaminaciones más feroces. Se trata de
evitar en lo posible, los conflictos que puedan perturbar la comunicación
entre los usuarios de la lengua, siendo conscientes que no es posible ni deseable
pretender crear una norma inamovible. Es dentro de este patrón normativo
ordenador, pero no dogmático, donde pienso que se tendría que
delimitar la lengua estándar, que sin violentar la espontaneidad del
usuario, sirviese para reducir la distancia entre la lengua normativa y la lengua
en uso. ¿Será posible esbozar un modelo que permita al aragonés
estandar llegar gradualmente a un nivel válido de comunicación
entre los hablantes de las diversas modalidades?. ¿Es posible enseñar
una lengua correcta que no aparezca distanciada de la que espontáneamente
maneja el usuario?.
Es decir, que como cualquier otro
idioma, podamos los hablantes manejarnos en tres niveles diferentes: el coloquial,
el literario y el estándar. En una situación normal estos tres
niveles se interrelacionan habitualmente (esto no es así en el caso del
aragonés).
La función principal del lenguaje
coloquial es entenderse y no solamente hablando, también haciendo gestos
y dando por sabidas ciertas referencias contextuales. Todo ello hace que el
hablante se explique, y sea bien comprendido por todos. Este es el terreno donde
la normativa habría de meter menos la nariz.
Al nivel literario se entiende la lengua como un material de creación
artística, y el principal interés de los que la usan es, sobre
todo en poesía, destruir el uso coherente, la formalidad académica
y la fidelidad normativa, precisamente porque el escritor trata de trabajar
las palabras de la misma manera que el escultor lo hace con la piedra, o el
músico con los sonidos. Aquí la normativa también habría
que actuar con prudencia.
La función principal del lenguaje
al nivel estándar, se reduce a la exposición clara de un mensaje,
no hay que ser brillante con circunloquios y expresiones recargadas, tiene que
ser preciso y expresarse con orden y coherencia. Y es para mi el nivel donde
resulta más necesaria la sujeción a una normativa, a un código
bien fijado, bien claro, para que pueda ser entendido por todos sin necesidad
de un gran esfuerzo.
Estos tres niveles de lenguaje han
sido desarrollados por todas las lenguas que han tenido una vida normal. El
aragonés siempre ha tenido vida coloquial, y una precaria lengua literaria;
la que escribía cada uno a su manera, o usando la norma castellana, y
después aquellos que han hecho servir las normas aprobadas en el I Congreso;
pero no ha podido disponer de una lengua estándar, convenientemente ordenada,
y ahora no vamos a investigar el porqué, el cuando o los quienes. La
cuestión es que no la tenemos, naturalmente no se puede discutir, que
el trabajo sucio lo ha hecho los siglos y siglos de imposición cultural,
de la escuela castellana, y que el último empujón del siglo pasado
ha sido definitivo. Pero también en estos últimos años
han de cargar con sus parte de responsabilidad, los diversos grupos que han
trabajado “en defensa del aragonés”, que se han dedicado
a hacer la guerra por su cuenta, envenenando las relaciones entre unos y otros.
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POR UN ARAGÓN INDEPENDIENTE
por Andrés Castro
La soberanía
del pueblo aragonés, queremos que cristalice, en un Estado Aragonés,
fruto de la voluntad popular. Ese debe ser el signo más importante para
nosotros, la voluntad de ser, como signo definitorio de Aragón; un sentimiento
tan fuerte, que sea capaz de ir venciendo la estrategia del poder central dominante.
La nación aparece, como un
pueblo o conjunto de personas singularizadas, por unos modelos culturales propios,
por una historia, muchas veces por una lengua, (en este sentido nuestro factor
diferencial es la pervivencia de tres idiomas) los miembros de la cual, por
lo menos, en sus gentes más activas, tienen bien viva la conciencia de
aquella singularidad, y la voluntad de conseguir la autodeterminación,
si la nación no la posee, o de robustecerla eficazmente, si ya han adquirido
la forma de estado.
Tenemos el empeño, de conseguir
la autodeterminación, ya que nuestra nación no la posee, y no
tenemos más remedio, que luchar por hacerlo operativo, mediante la vía
posibilista. Hasta que lleguemos a la plenitud de ubicarnos en el marco de los
Estados Europeos, se a de trabajar en el mundo real, buscando acuerdos de convivencia
y pactos ventajosos dentro del Estado español, soluciones viables de
carácter provisional, aplicables a cada momento presente. No olvidemos
que en la vida de los pueblos no hay nada definitivo ni tan sólo en aquellos
que gozan de soberanía plena.España ha de asumir el legitimo derecho
que tiene cada pueblo a no ser asimilado por nadie, a no ser protegido, ni tutelado,
ni coaccionado, ni limitado, ni dominado por ningún otro pueblo.
A partir del Decreto de Nueva Planta,
la anulación de todas las instituciones del país, la expoliación
económica, y la imposición lingüística, son unas realidades,
frente a las cuales hay dos actitudes: Falsificar, como lo ha hecho la historiografía
o la mala fe españolista, o ignorarlas, refugiándose en amnesias
bien calculadas, considerándonos muertos, enterrados. Con dichas actitudes
bastardas, es cuando pueden hablar de la no existencia de la nación aragonesa.
Nosotros, en contra de esos que piensan, que el pasado no admite reparación,
pensamos que si, que es de justicia y responsabilidad, el intentar recuperar
lo que teníamos y éramos, antes del genocidio político.
Los que niegan la existencia aragonesa,
pretenden, que la defensa y el mantenimiento de sus hechos diferenciales, hacen
a Aragón un país pequeño, localista, provinciano. Hay que
decirles que no es así. El hecho de haber sido históricamente,
un país fronterizo, un pasadizo geográfico por donde han transitado
diversas culturas; hacen de Aragón, un pueblo abierto, receptivo a las
corrientes culturales, que surgieron de tanto en tanto alrededor de los países
de Europa. Y no olvidemos que, para conseguir la universalidad, se ha de profundizar
en aquello que constituye la peculiaridad. Ninguna persona es universal, sino
es de algún lugar, si no tiene raíces en una tierra concreta,
y renunciar a la propia entidad para abrirse al mundo, es falso universalismo.
Los pueblos acceden a la universalidad a medida que afirman y enriquecen su
personalidad.
A España le cuesta mucho,
reconocer la personalidad diferenciada, de las diversas entidades nacionales
que la configuran. Y eso a sido cosa de antes y de ahora, en este particular,
hoy, no se distinguen mucho los proyectos de las izquierdas o las derechas.
Porque ambas contribuyen a crear un ambiente enrarecido, inquietante, en verdad
no es este, el marco más idóneo para poder desarrollar una mutua
sintonía intelectual, y simpatía cordial. Sintonía, que
consiste en la asunción de la problemática del otro como si fuera
propia. Los dos bandos españoles, siguen teniendo los mismos prejuicios,
parecidas reacciones, que vienen de siglos atrás, las desconfianzas,
los temores, las reticencias, las verdades a medias.
Pero hablemos del futuro. Hoy por
hoy, la Comunidad Europea deja, que sean las instituciones políticas
de cada estado, las que en el marco, de sus respectivos ordenamientos jurídicos
constitucionales, resuelvan los contenciosos que puedan presentarse en su seno.
A los ojos de Europa, el problema que pueda existir con catalanes, vascos o
aragoneses, son problemas de España que se han de dirimir en el interior
del territorio estatal.
Si la Europa comunitaria, es la Europa
de los estados, y no la Europa de las naciones o de los pueblos. Si Europa se
organiza en el aspecto económico, y se estructura políticamente,
sobre la base de los estados. Si no quiere acoger, a aquellas naciones, que
por las razones que sean, no han conseguido el grado de soberanía exigido.
Entonces, no luchemos solamente, por conseguir el reconocimiento de nación,
que nos merecemos por historia y voluntad de ser, sino que demos un paso más
y trabajemos por crear un estado plenamente soberano.
Tarde o temprano lo conseguiremos,
en base a la discrepancia en democracia, al dialogo en libertad, la negociación
permanente, Queremos nuevos vínculos entre Aragón y España,
que acaben con la relación tirante, incómoda e insatisfactoria,
porque se realiza, desde una posición de desventaja para nuestro país,
y bajo la presión de unos poderes fácticos poco favorables a Aragón.
Nuestra perspectiva es el pacto entre pueblos soberanos y libres, no por el
hecho de las armas ni el terror, sino por un auténtico entendimiento.
Claro que antes que pase todo esto, y para que llegue a suceder, tenemos que
consolidar nuestra identidad colectiva como aragoneses, que nos llamen como
quieran, región, país, nación, estado, provincia, pero
ante todo, que todos los aragoneses nos creamos un país de verdad.
Queremos aceptar el compromiso, de
participar en la construcción de la Republica Aragonesa, con modos y
palabras claras y serenas, con un esfuerzo (seguro que ingente) por conducir
a buen puerto la vida de los individuos y las colectividades, sin resentimientos
y prejuicios que atenacen la hora del dialogo y la negociación. Todo
ello comporta entrar en el ámbito de una cierta mística. El término
“mística”, no tiene buena prensa, pero me explicaré.
Quiero decir, entrar en el círculo de la creencia, de la utopía,
allá donde vive todo aquello que desborda las leyes del pragmatismo rabioso,
de la inmediatez ciega y vergonzante que nos rodea. Disparar con poesía,
para hacer realidad el sueño, de aquella República del barón
Cosimo Piovasco di Rondò de los animales, las plantas y los hombres.
Hacer realidad un país que existe entre las hileras de palabras de nuestras
cartas o e-meils, y que en nuestro cerebro presentimos lejano y borroso. En
definitiva trabajar por Aragón tal como decía el poeta Martí
Pol para Cataluña “molt cautament i amb una gran tendresa, construim
una pàtria”.
Debemos emanciparnos, sabemos que
la independencia es posible, y deseamos imaginarla y pensar, en que haremos
el día después de conseguirla.
-Inicio-
ARAGÓN TRILINGÜE Y LUENGA
NAZIONAL
por Ánchel C. Górriz
O Gubierno d’Aragón en o ran cultural no ye
que una delegazión. No irradia cosa de pulitica cultural-lingüistica
y muito menos exerze una pulitica proautiba de proteuzión u potenziazión
d’a reyalidá soziolingüistica que debe almenistrar. D'astí
que a situazión reyal d’Aragón ye a d'un país monolíngüe
a toz os efeutos que no sigan o famillar u local y que ixe suposato trilingüismo
no responda que a una situazión ideyal, que aguardamos en un esdebenidero
prosimo fesable.
O Castellán ye teunicamén una luenga forana, anque charrata en
Aragón dende fa asabelo de sieglos: dende que l’elite cultural
aragonesa rebló debán d’a suya supremazía cultural,
cuan Aragón encara yera constituzionalmén un Estau, y que en os
sieglos XIX y XX estió afincata con o funcionariato alministratibo y
educatibo d’o Estato nazionalista centralista español.
O Catalán perén ha formato parti d’Aragón y perén
se charrará en os cabos d’a nuestra tierra. Tamién muito
localizato á ran famillar y local, partizipa sin dembargo d’a influyenzia,
d’a relazión y d’o sentito d’unidá d’una
luenga, d’o trallo común d'o Catalán, por lo que i sobrebibirá
a pesar de bellas prebatinas negazionistas sobre a suya identidá en Aragón.
L'Aragonés, que ye en situazión más gañosa, ye l'unica
mesmamén autotona. Feito lingüistico suyizo d’Aragón
que li da caráuter de luenga nazional más encara considerando
que ye o chustrato d’a luenga charrata en tot Aragón.
A reyalidá más aclamable d’a Luenga nazional d’Aragón
ye que dimpués de 30 años de “Poders publicos aragoneses"
ha estato innorata y albandonada á la suya suerte. A conserbazión
y desarrollo d’a Luenga aragonesa, que deberba aber estato iniziatiba,
en un estato de normalidá y normalizazión cultural, d’os
suzesibos Gubiernos aragoneses, con u en defeuto de un mobimiento asociatibo
y popular d'emparo, ha estau en a prautica bitima d'o desintrés y l’albandono
total, cuan no d’a negazión.
Un tiempo trafegato
Son arredol de 25 os años de treballo por parti
d’as collas, coleutibos y particulars y o balanze sigue estando encara
a esparratada de planteyamientos y a esparratada de boluntaz; o que s’ha
traduzito, por a manca d’unión, en a inconsistenzia y a febleza
d'o mobimiento d'esfensa de l’aragonés déban d’a soziedá
y fren os Poders publicos.
Ye una culpa coleutiba en a que bels han quiesto representar un paper direutor,
atros o sentito particularista y muitos más o presonal, que no han feito
garra bien á la causa de l’aragonés. Representato en feitos
tan sonors como a frustrazión d'iniziatibas tan saludables como a ILP
ta una Lai de Luengas, que contrimuestró que o mobimiento por l’aragonés
no puede estar capitalizato puliticamén
Masiada ribalidá en ista familla de l’aragonés, que ha suposato
una perda de tiempo, en unos años creticos en que a Luenga aberba d’aber-se
integrato en as puliticas de proteuzión ofizials; os meyos publicos y
pribatos de comunicazión y en as rilazions entre o particular y o publico
.
Paralelamén eba d’aber-se afincato un "model unificato de
luenga", pero si cualcosa podió senificar en ixe sentito o Iº Congreso
ta ra Normalizazión de l'Aragones se puede considerar ya superato por
as zercunstanzias ementatas, dica tal punto que estará por beyer lo que
queda aprobeitable d’er en o nuebo enanto ubierto.
Chuntos por l'Aragonés
Asinas as cosas, os zaguers 20 años han suposato ta l' aragonés
estar en un estato de difizil definizión, pero ixo sí con un mayor
ran de conzienciación drento d’o escampo mobimiento de l’aragonés
que ha parato cuenta d’a nezesidá urchén de fer cualcosa.
O II Congreso de l'Aragonés
eba que aber estato a representazión d’a unidá, u por lo
menos d’o más amplo consenso fesable dentro d’o mobimiento
de l’aragonés: por un canto, una foto de familla con una acarrazada
fraternal entre os suyos miembros y, por atro, una man estendillata entre l’ofizial
y o instituzional.
No ha estau ixa ra foto
de remate. En era bi ha notables ausenzias que denotan que as diferenzias susisten
y que talmen aiga mancato un compromís reyal con l'ochetibo de remate
en bels casos. En cuanto á la parti ofizial y instituzional se poderba
dezir que nomás se ye amanata ta beyer o que se cozeba y que no salió
combenzita d’o que beyeba u por lo menos, d'aber bisto un auténtico,
platero e inrefetable mobimiento d’unidá.
Confitamos que o camín
enzetato por Chuntos por l' Aragonés no se dexe por trancato, encara
que cuan a "Academia de l' Aragonés" enzete os suyos triballos,
pos encara queda muito por aunar.
Bellas Rematanzas
Lo que más ye ito en contra de l'aragonés y
o suyo reconoximiento ofizial ye a persistenzia d'un prechuizio, que parti d’a
considerazión que dend’o suyo platero caráuter de luenga
autotona se desixa a suya esenzia de Luenga nazional y deba amostrar-se en a
escuela y normalizar o suyo emplego á o mesmo ran de como s’amuestran
y s’emplegan as luengas propias en atras comunidás d’o Estau
español. Os gubiernos d’Aragón bislayan iste poblema, como
bislayan cualsiquier atro tema identitario d'alto ran. Ye a medrana pulitica
de cutio.
Mientres que atras Comunidás Autonomas han asumito a custión lingüistica
independientemén d’o color pulitico d’os suyos gubiernos,
en Aragón, encara somos asperando que se faiga d'er una custión
miollar d’as puliticas culturals y d’amostranza y se creye á
este respeutibe una "Pulitica d’Estato" u cuan menos "de
Comunidá Autonoma”. Isto refuerza a nuestra tesis de manca de bafo
aragonesista d’os Gubiernos d’Aragón y de que as suyas puliticas
lingüisticas, si as tienen, no fan onra á os intreses d’a
cuidadanía que almenistran. Encluso dizirbanos más, en son en
contra.
A formula "modalidaz lingüisticas" nos parixe un tanto suizida.
O modelo local y famillar de luenga ye reblán. En un mundo an os meyos
de masas se meten dica lo más fundo d’o territorio y cambian rapidamén
os abitos d’as comunidás locals y familiars, cosa permanixe allena.
L'aislamiento d’as bals ha rematato. Fa tiempo y ta cutio. A situazión
que ha mantenito biba una luenga mientres sieglos puede senificar a suya muerte
en un parella de decadas .
O Manifiesto por a Unidá de l’Aragonés proposa asumir o
modelo d’os enantos de normalizazión lingüística d’as
luengas d’a nuestra redolada que tan grans y güens risultatos lis
han dato y que debe materializar-se en adubir ixe model culto y referenzial
á lo que ementa. Ye a unica bía d'esdebenidero. Entre ras muitas
bentaxas d’aprestar un "model culto y referenzial" ye quitar
a l’aragonés d’a suya fuerte dialeutalización; ganar
más fabláns sin estar amenistablemén adscritos a un deteminato
lugar u redolada y, á la bez, carauterizar y refirmar ixa riqueza dialeutal
que tanto s’ensiste en conserbar.
Posizions d' Estau Aragonés
Estau Aragonés apuesta por a unidá d’a
luenga, d’os fabláns y d’as asoziazions y presonas que esdefienden
l' aragonés. L'aragonés ha muito a ganar con un autentico mobimiento
d'unidá, anque toz reculemos un poquez en as as nuestras posizions.
Estau Aragonés rispeta a independenzia d’o mobimiento d'esfensa
de l’aragonés, as suyas asoziazions y as suyas presonas. No se
fica ni en os suyas organizazions, ni en os suyos triballos, ni en as suyas
rematanzas. Anque se reserba o dreito a opinar en o plan pulitico por a custión
lingüistica en Aragón. Tamién clama á os suyos afiliatos
y simpatizansa triballar leyal y onestamén por a unidá d’o
mobimento y d’a luenga aragonesa .
Estau Aragonés desixe á o Gubierno d’Aragón que
reconoxca ofizialmén a Luenga aragonesa. Que faiga d’er as puliticas
de desarrollo y promozión en a soziedá, os meyos y a escuela de
l’aragonés. Que dexe d'innorar ista reyalidá y autúe
como elemento autibo en a normalizazión d’a Luenga. que no aberba
d’estar un fautor d’o chuego pulitico, d’a consecuenzia
d'una mayoría u d’un pauto entre puliticos. Aluenga aragonesa ye
un elemento cultural alazetal d’Aragón, que forma parti d’a
soziedá aragonesa de cutio y, por tanto, ha d'estar consustanzial á
ras puliticas de promozión autiba d’a cultura y de l' Amostranza
de un gubierno que se diz "aragonés".
Estau Aragonés ferá serbir (como fan atras asoziazions) en os
suyos documentos ofizials, probisionalmén y mientres plega una formulazión
ortografica ta l'aragonés, as normas ortograficas de 1987, que benimos
emplegando dende ixa calendata y que s’aproboron en o I Congreso de Normalizazión
de l’Aragonés, con os cambeos que dimpués s’han adibito
consensuadamente profes.
Estau Aragonés rispetará que sus afiliados continen escribindo
como millor aduban. Ista postura, como la debandita, no sinifica prener causa
politica a fabor d’una u d’atra ortografía.
Estado Aragonés repuntará alcuerdos sobre Luenga aragonesa que
sigan "de mayor consenso"; no ye o suyo ochetibo a exerzer “d’entidá
lingüistica” y tampoco siñalará direutibas a l'autibidá
d’os suyos militans. Profes que cuan o Gubierno d’Aragón
señe a endrezera a trabiés de l’asesoramiento d’una
Academia d’a Luenga Aragonesa, con os suyos documentos ofizials adempribiaremos
ixa ortografía.
Dende Estau aragonés
consideramos que a custión no ye en l’ortografía, ni en
una “t” de más, u bella “v” de menos; que no
bi ha de diferenzias insalbables entre os clamatos patrimonials y os clamatos
neofablans y que l’aragonés no puede estar pas ocheto de manullos
politicos. L’aragonés ye un feito cultural de primer orden, rasgo
lingüistico de toda a Nazión aragonesa, siga como lengua u siga
como chustrato idiomatico, que se merexe a unidá y l’esdebenidero
y, profes, o consenso de toz os que luiten, lo sientan, l’escriban u lo
charren.
Aragón, 29 de chunio de 2007
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DERECHOS LINGÜÍSTICOS (Respuesta de Rafel Fleta a una carta publicada en Heraldo de Aragón).
por Rafel Fleta
El pasado 1 de julio D. José Luis Castro nos recordaba, en un artículo de opinión de Heraldo, que no son las lenguas quienes tienen derechos, sino los ciudadanos. Y se lamentaba de la falta de respeto a los derechos, que según él, sufren los hablantes de castellano en Cataluña.
Ignora el Sr. Castro que los hablantes de aragonés en Aragón carecemos de cualquier derecho. El aragonés es la lengua en la que se escribió el Vidal Mayor, nuestra auténtica Constitución Nacional, en la que el Rey Pedro IV escribió sus Crónicas o a la que Fernández de Heredia tradujo, por primera vez a una lengua romance, las obras de Plutarco.
Las asociaciones de hablantes de aragonés existen desde antes de la aprobación del Estatuto de Autonomía de Aragón, y desde entonces reivindican el reconocimiento de derechos en Aragón para los aragonesohablantes, los mismos que el Sr. Castro reivindica para los castellanohablantes de Cataluña. Lejos de plantear ningún “conflicto identitario” esas asociaciones se muestran solícitas a la hora de colaborar con las instituciones aragonesas que, en contraste, se muestran rácanas en recursos y negadas a la hora de regular legislativamente siquiera nuestros derechos.
Durante 30 años nos hemos portado bien, no hemos “dado mal”, como consecuencia somos invisibles y ni siquiera reputados intelectuales aragoneses, como el Sr. Castro, reparan en nuestra situación. Hoy el aragonés apenas se enseña como extraescolar en alguna escuela altoaragonesa, como si fuese ajedrez o gimnasia rítmica, y así nuestros hijos se ven empujados a olvidar la cada vez más invisible lengua de sus padres y ni los adultos encontramos apenas recursos para cultivar nuestra vieja lengua. El aragonés sobrevive, sobrevivirá, tan sólo por la voluntad de quienes todavía lo hablamos: no más del 1% de los aragoneses.
Irónicamente en mi barrio podría apuntarme a un aula de adultos para aprender árabe, pero no aragonés. En esta línea, un maestro de aragonés que da clases, en el contexto de un convenio entre DGA y el Ligallo de Fablans de Chacetania, me comentaba que si los aragonesohablantes consiguiésemos el estatus de minoría étnica pasaríamos de ser la última prioridad, en Educación de Adultos de la DGA, a ser la primera.
El Sr. Castro considera "natural" la expansión del castellano a costa de otras lenguas, pero la presión que él denuncia en Cataluña sobre el castellano resulta una situación paradisíaca comparándola con la que venimos sufriendo los aragonesohablantes desde siempre. Decir que aquella es fruto de una especie de conspiración orweliana y ésta un hecho natural es bien una ocurrencia fruto de la ignorancia, bien un insulto fruto de una impostura intelectual que sólo el más casposo nacionalismo español puede explicar.
No hace mucho el Presidente de Arag ón presumía en un foro público de que “en Aragón no hay conflictos de identidad”. Que no se confíen ni él si el mencionado Sr. Castro: no vamos a pegarnos otros 30 años “portándonos bien” para que se sigan riendo de nosotros.
Aragón, 6-julio-2008
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